Ibarlucía, Ricardo (ed.), Estéticas del siglo XVIII. Conversaciones sobre D´Holbach, Herder, Gerard, Diderot, Kames, Hamman, Buenos Aires, Centro de Investigaciones Filosóficas, 191 páginas

Juan Cruz Apcarián*

Cuadernos del Sur - Filosofía 47, 103-107 (2018), E-ISSN 2362-2989

* Universidad Nacional del Comahue. Correo electrónico: juanapcarian@hotmail.com.

Fecha de recepción: 10 de noviembre de 2020

Aceptado para su publicación: 9 de abril de 2021

Estéticas del siglo XVIII. Conversaciones sobre D´Holbach, Herder, Gerard, Diderot, Kames, Hamman es un libro que presenta de manera compleja y original algunas de las más importantes teorías estéticas discutidas durante el siglo XVIII europeo, otorgándoles un tratamiento que abarca diversas problemáticas, ideas, tradiciones filosóficas y formas artísticas de la filosofía de las luces. La entrega, editada por Ricardo Ibarlucía, presenta la transcripción y edición de un simposio celebrado en la Ciudad de Buenos Aires, los días 11 y 12 de agosto de 2016. El mismo estuvo co-dirigido por Ricardo Ibarlucía y Adrián Ratto, y fue organizado conjuntamente por el Programa de Estudios en Filosofía del Arte del Centro de Investigaciones Filosóficas (CIF) y la Asociación Argentina de Estudios sobre el Siglo XVIII, presidida por Fernando Bahr. La ocasión reunió en calidad de investigadores invitados a Valeria Castelló-Jouvert, Oscar Esquisabel, Nicolás Kwiatkowski, Leiser Madanes, Silvia Manzo, Eleonora Orlando, Pablo Pavesi, Esteban Ponce, Daniel Scheck y Vera Waksman, para debatir sobre “los problemas estéticos que fueron discutidos durante el siglo XVIII” con el objetivo de poner en plática problemas “que revistieran un manifiesto interés para la estética contemporánea” (Ibarlucía, 2016: 9).

En el libro se aborda una diversidad premeditada de ideas filosóficas —el gusto, la imaginación, las pasiones, la producción artística, el genio creativo, la belleza, la imitación de la naturaleza, el lenguaje—, situadas en la discusión entre distintas tradiciones filosóficas —la estética iluminista francesa, la estética inglesa y la estética clásico-romántica alemana—, sobre diversas formas artísticas — música, teatro, literatura y artes plásticas— del siglo XVIII (Ibarlucía, 2016: 10). La pulseada en torno al sentido profundo de los temas aquí comprendidos se inserta en una atmósfera configurada o pre-concebida de reglas que orientan hacia una reflexión crítica acerca de estos temas, a medida que transcurren las sesiones.

Según estas reglas, cada sesión se encuentra a cargo de un expositor que ofrece un meticuloso desglosamiento de la bibliografía presentada, en secciones, capítulos, títulos y subtítulos, así como un análisis de sus conceptos centrales y del contexto filosófico., filológico y artístico. Luego sigue un debate que significa un momento sustancial de la exposición, ya que las intervenciones especializadas aportan marcos conceptuales, históricos y técnicos que enriquecen el planteo inicial. Cada sesión se expide y es debatida sobre el grabado de la sesión anterior, y capa sobre capa, el mismo escenario se va actualizando y se torna cada vez más pletórico. Aquí entran en juego variables como la fundamentación y la traducción de los términos en cuestión, la heterogeneidad de las expresiones culturales y las influencias recíprocas entre los pensadores y artistas involucrados en las reflexiones.

Durante la primera sesión, El Barón D´Holbach y la querella de los Bufones, Fernando Bahr presenta la recepción de la ópera italiana en París a inicios de la década de 1750. Bahr pone de manifiesto el trasfondo político de las discusiones acerca del estilo musical de la época. Su análisis se centra en una exégesis de la Lettre à une dame d´un certain âge sur l´état présent de l´opera (1753). Aquí predomina el análisis del tono irónico de la misiva del Barón, así como de los argumentos en torno a la composición musical, argumentaciones en las cuales se inquirirá a los fines de indagar en las intenciones de D´Holbach. La querella de los bufones encuentra enfrentados dos bandos con intereses políticos contrapuestos: por un lado, en el “Rincón de la reina”, están los detractores del antiguo régimen, representados por la intelectualidad enciclopedista; por el otro, en el “Rincón del rey”, se hallan los representantes de la corte y la ópera francesa heredada, escandalizados por la degradación del gusto, de las costumbres parisinas y aparentemente también por la calidad técnica de las composiciones musicales. La discusión pone de relieve la pregunta por los motivos del cambio en la inclinación del gusto popular francés a mediados de siglo XVIII, que parece dirimirse en la favorable recepción de la ópera bufa italiana por parte de la burguesía y los sectores excluidos del disfrute de la ópera francesa. Las preguntas por la conformación del gusto, en el marco de esta querella, se sugiere aquí que han de ser pensadas en relación con las posibilidades y los límites de una cultura para con la recepción de las nuevas formas de arte.

La sesión siguiente, a cargo de Valeria Castelló-Joubert, Shakespeare y la tragedia francesa en Herder, aborda la recepción moderna de la tragedia griega, a partir de un análisis del ensayo de Herder, “Shakespeare” (1773). Se hace hincapié en las fuentes e influencias intelectuales de Herder, así como en las particularidades del idioma alemán y de las posibilidades filosóficas en su traducción. El planteo de Castelló-Joubert sugiere que hay en Herder un intento de revitalizar el arte alemán de su tiempo, tarea que el filósofo aborda entre dos parámetros contemporáneos a su escrito: por un lado, procurando desmarcarse y evitar el mal gusto que comporta para Herder la tragedia francesa del Dieciocho, que se presenta aquí como una mera copia imperfecta de la tragedia ática; mientras que por otro lado, Herder señala y elogia el drama inglés, cuya máxima y ejemplar expresión sería Shakespeare, principal exponente del “genio creativo”.

La discusión que sigue se centra en el discernimiento de dos posiciones divergentes en torno a Shakespeare, una de las cuales es la de Herder mismo, inspirado en Lessing, y otra recepción, la de Voltaire; ambas parecen sugerir ideas de creación artística ancladas en dos concepciones disímiles de la naturaleza. Las diferentes concepciones de lo natural representan aquí un problema en cuanto suponen distintas concepciones de artificio, o de arte. Para Herder, destaca Castelló-Joubert, el criterio de valor último residirá en la capacidad de apropiarse productivamente del arte griego, antes que de forma imitativa o reproductiva. La teoría de Herder en este punto es problematizada por los participantes de la discusión, por cuanto el filósofo postula una legalidad — de cuño biologicista— que rige la producción y la emergencia de la historia, la filosofía y el arte de los pueblos.

La tercera sesión, a cargo de Adrián Ratto, Gusto y belleza según Gerard, presenta la teoría de Alexander Gerard, principalmente expuesta en An essay on taste (1756). En esta ocasión, la ponencia, pero también la discusión subsiguiente, versarán en torno al desentrañamiento de cómo concibe el “gusto”: sobre los criterios y los fundamentos de su estandarización, y sobre la articulación de sus principios rectores; su formación, desarrollo y progresión; su uso, abuso y consecuencias, así como su importancia en el ámbito de lo moral. El análisis expuesto por Ratto conjuga las traducciones que presenta Gerard de Voltaire, Montesquieu y Hume en torno a la cuestión del gusto, así como las filiaciones conceptuales que mantiene con estos pensadores franceses. Por otro lado, se pone aquí de manifiesto la innegable presencia de otras influencias, como la de Hutcheson y la teoría sensualista del conocimiento, lo cual requiere la consideración de la teoría del gusto de Gerard en el marco de las problemáticas inherentes al empirismo clásico de Hume y Locke. Esto se observa, principalmente, en la confusa posición de Gerard, a veces subjetivista, a veces realista, en cuanto a la deliberación acerca de cómo se forma y debe ser desarrollado el gusto. Una mención y tratamiento aparte requerirá en esta sesión la imaginación, en su condición de facultad inventiva que provee al perfeccionamiento del gusto.

Durante la segunda jornada del simposio se retomaron discusiones del día anterior, desde nuevas perspectivas y autores. La cuarta sesión, se titula La imitación de la naturaleza en Diderot, es presentada por Estaban Ponce y se propone delimitar la estética de Diderot, cuidando de señalar lo problemático de encontrar en el filósofo ilustrado una teoría concluyente. Ponce recorre la producción filosófica de Diderot a los fines de sentar las bases epistémicas para un análisis del cuarto de los “Ensayos sobre la pintura” (1766). En este recorrido, se revelan los actores y los principios que intervienen, al decir de Diderot, en el proceso de composición de una obra de arte. Artista, espectadores y críticos ocupan respectivamente un rol fundamental en la producción y expresión de las condiciones que hacen a la experiencia humana. La creación artística, que involucra la idea inicial, el carácter procesual de la creación y su recepción, se congenia acá en última instancia como una crítica que tiene como objetivo manifestar lo oculto detrás de las representaciones que cimentan una cultura. En este esquema, Ponce recupera la confrontación que hace Diderot entre la mitología pagana griega y la cultura del cristianismo, en desmedro de esta última. Se revela aquí el estrecho vínculo que tienen para Diderot la moral y el arte, así como el anhelo de una unidad de sentido para la experiencia. Frente a la recusación que hace el cristianismo de este vínculo, el filósofo anhelará una nueva experiencia, para la cual son necesarias una renovada mitología y una gramática sensible del lenguaje, que escapen a las taras de la reflexión discursiva.

Durante la quinta sesión, Daniel Scheck presenta la filosofía de Henry Homes, Lord Kames, en una ponencia que se titula Lord Kames y lapresencia ideal”. Se expone en este caso un estudio de Elements of criticism (1762). Scheck explica cómo se ponen en juego los objetivos de la filosofía de Kames de constituir un criticismo que permita “habituar la mente a pensar de un modo lógico”, perfeccionar el gusto de manera progresiva y “descubrir los principios genuinos de las bellas artes”. El análisis parte de la identificación de los términos y de las relaciones conceptuales que, según Kames, se encuentran a la base del desarrollo de la naturaleza humana, como son la emoción, la pasión y el deseo. La sesión se enfoca, tras este estudio, en la función de la imaginación en el proceso de conformación del gusto y la moral, concretamente en torno de las nociones “presencia ideal” y “presencia real”; en su génesis y campo semántico, atendiendo principalmente a la irrupción del problema del “estatuto ontológico de los entes imaginarios en la literatura” (Ibarlucía, 2019: 138).

Ricardo Ibarlucía aborda en la última sesión la teoría de Johann Georg Hamman, con una exposición titulada La estética teológica de Hamman. Se inicia con una breve contextualización de la vida, la obra y la recepción contemporánea del “Mago del Norte”, para luego hacer foco en el escrito “Aesthetica in nuce” (1762), perteneciente a las primeras producciones de Hamman. El trasfondo es aquí la discusión de Hamman con un hermeneuta de la biblia y la crítica del filósofo hacia los métodos exegéticos racionalistas, que intentan dar cuenta de la transmisibilidad de la palabra divina sin tener en cuenta el carácter histórico y contingente del lenguaje. El planteo de Hamman podría considerarse, a juicio de Ibarlucía, como un anticipo del giro lingüístico de siglo XX, por cuanto el lenguaje, aquí asiento de una plasticidad y de capacidades lógicas y estéticas, será una garantía para la reconciliación del hombre con su sino espiritual, a la vez que un protagonista para la clausura del círculo hermenéutico imbricado en la exégesis de las sagradas escrituras. Esto supone un elogio de la poesía (como “la Muttersprache del género humano”), así como de los rapsodas y el canto lírico, cuyo valor reside en la reapropiación y la revitalización del sentido de la palabra divina. Entre la fabulosa riqueza de referencias en torno a Hamman, quizás haya que destacar aquí la del Adán jeroglífico: “El Adán jeroglífico es la historia del género humano entero en la rueda simbólica” (Ibarlucía, 2019: 166).

Estéticas del Siglo XVIII es una guía inagotable, práctica y especializada para introducirse en la teoría estética del siglo de las luces. La apuesta al trabajo en conjunto se plasma con éxito desde las primeras líneas del libro, en una narrativa sencilla que conduce al lector por reflexiones complejas y originales. Desde sus respectivos campos de experticia, los participantes que hacen a esta entrega contribuyen a la ampliación del marco conceptual e histórico de la época, revelando, desde una multiplicidad de enfoques, los matices, los rostros y los silencios que velan detrás de los cánones de la filosofía moderna.

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